Una de cada cinco mujeres y uno de cada 10 hombres van a desarrollar Enfermedad de Alzheimer, la causa más común de Demencia en el mundo, abarcando entre el 60 y el 80% de los casos. Sin embargo, existen muchas otras condiciones que pueden ocasionar Demencia, por lo cual, si incluimos todas las causas, quizá convendría decir que una de cada 3 a 4 mujeres, y uno de cada 6 a 8 hombres van a ser dementes antes de morir.
Lo peor no es eso, sino que las cifras van en aumento y el riesgo de padecer esta condición parece incrementarse conforme avanza el siglo XXI. El motivo es por un lado en parte una buena noticia, ya que implica progreso y bienestar social, y es el aumento de la expectativa de vida; Mientras más vivimos y a más mayores llegamos más riesgo de terminar sufriendo Demencia. Pero el otro es una muy mala noticia, y es a su vez la causa detrás de la epidemia de enfermedades crónicas que nos azota como especie: el estilo de vida occidental.
De tal manera que, aunque antes pensábamos que sufrir Demencia era consecuencia de una combinación entre la genética y el azar, hoy sabemos que nuestras decisiones diarias y las circunstancias de nuestra vida influyen de manera determinante en el riesgo de enfermar, y por ende, en nuestra capacidad de prevenir la Demencia.
Esto ha hecho que los investigadores en neurociencias centren sus esfuerzos no sólo en posibles herramientas farmacológicas, sino también en los aspectos del estilo de vida que pueden influir en ese proceso que culmina en que perdamos nuestras facultades mentales, hasta el punto de precisar ayuda para todas las actividades del día a día, diluyéndose la esencia de quienes somos.
Producto de este trabajo continuado, recientemente se ha expandido la lista de factores de riesgo modificables de la Demencia, los mismos que en caso de reducirse o eliminarse, podrían prevenir hasta el 40% de los casos.
Ya desde el 2017 una comisión de expertos identificó 9 aspectos del estilo de vida que tenían que ver con la aparición de la Demencia (1):
Desde entonces, la misma comisión ha ampliado la lista basándose en la evidencia de investigaciones más recientes, para incluir otros 3 factores (2):
La contaminación del aire ha sido recientemente incluida en la lista de factores de riesgo para la Demencia
Siguiendo esa misma línea, el equipo del Doctor Dhana en la Universidad de Chicago, utilizó los datos de un estudio sobre envejecimiento en la población (The Chicago Health and Aging Project), para valorar que diferencia existía en la frecuencia en que la población mayor presentaba Enfermedad de Alzheimer, según siguieran o no un estilo de vida saludable (3). Para ello definieron como hábitos saludables a los siguientes:
La Dieta Mediterránea acumula más evidencia de beneficios para la salud que cualquier otro patrón dietético en el mundo entero
Los resultados de este estudio demostraron que quienes cumplían con 4 o 5 hábitos de vida saludable tuvieron un 60% menos de riesgo de desarrollar Enfermedad de Alzheimer que quienes no cumplieron con ninguno.
Existe evidencia de otros aspectos que parecen disminuir el riesgo de demencia pero que por ahora no se han estudiado a fondo, como:
Así que habrá que esperar un poco más antes de saber si califican para entrar en la lista de factores protectores reconocidos por los expertos.
Por último, decirte que tomar ansiolíticos durante largos períodos de la vida se ha asociado a un aumento del riesgo de demencia, y que es mayor el riesgo cuanto más tiempo se tome la medicación. Así que, por supuesto que creemos vital que la gestión emocional y el ejercicio de autorreconocimiento formen parte de nuestro trabajo diario, junto con actividades que nos enriquezcan emocional y mentalmente. Es lo que intentamos inculcar en todos y cada uno de nuestros pacientes, al igual de que el hecho concreto que define nuestra medicina, que no es más que considerar el estilo de vida como la clave desde la cual prevenir enfermedades, revertir muchas de las ya existentes y crónicas, y alcanzar el mayor grado de salud y bienestar.
No es que no tengan cabida la suplementación y farmacología, por el contrario, son cruciales, pero siempre apoyadas en un proyecto de superación personal para alcanzar los objetivos que te acercarán a tu mejor versión.
ALEJANDRO ACOSTA
MÉDICO ESPECIALISTA EN NEUROLOGÍA
HEAL WAYS
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1.- Dementia prevention, intervention, and Care. Prof Gill Livingston, MD Andrew Sommerlad, MSc, Vasiliki Orgeta, PhD, Sergi G Costafreda, PhD, Jonathan Huntley, PhD, Prof David Ames, MD, et al. The Lancet Comission. Published: July 19, 2017DOI:https://doi.org/10.1016/S0140-6736(17)31363-6.
2.- Dementia prevention, intervention, and care: 2020 report of the Lancet Commission. Prof Gill Livingston, MD. Jonathan Huntley, PhD, Andrew Sommerlad, PhD, Prof David Ames, MD, Prof Clive Ballard, MD, Prof Sube Banerjee, MD, et al. The Lancet Comissions. Published:July 30, 2020DOI:https://doi.org/10.1016/S0140-6736(20)30367-6.
3.- Healthy lifestyle and the risk of Alzheimer dementia Findings from 2 longitudinal studies. Klodian Dhana, Denis A. Evans, Kumar B. Rajan, David A. Bennett, Martha C. Morris. First published June 17, 2020, DOI: https://doi.org/10.1212/WNL.0000000000009816.
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